Todos queremos ser más inteligentes. De todos los rasgos que puede tener una personalidad, la inteligencia siempre ha sido la herramienta más admirada y también considerada la más útil (nuestra supervivencia depende de nuestras buenas decisiones).
Cientos de personas brillantes han cambiado el curso de la historia pero, si eres honesto contigo mismo, sabes que tampoco quieres destacar y llevar a la humanidad a una nueva edad de oro: si has llegado hasta este artículo seguramente sea porque quieres resolver problemas más rápidamente, ganar más dinero y trabajar menos.
Antes de continuar, te diremos que si lo que quieres es saber muchísima información y parecer el más listo en las conversaciones, estás confundiendo inteligencia con cultura general y aquí te mostramos cómo puedes ampliarla.
Aunque se suela pensar que has nacido con un IQ determinado y no puedes hacer nada más para cambiarlo, lo cierto es que el cerebro puede entrenarse y la inteligencia puede desarrollarse.
Aquí te dejamos 5 hábitos que conseguirán que desarrolles tu inteligencia.
5 hábitos para desarrollar la inteligencia
¡Importante! Antes de empezar
Te recomendamos que tomes este test de inteligencia para saber cual es tu IQ; es completamente gratuito y ha sido realizado por profesionales. De esta manera, podrás medir de alguna manera tu inteligencia y después comprobar si, realizando los hábitos de la guía, has conseguido entrenarla y mejorarla.
1. Administra tu tiempo de manera inteligente
Te imagino pensando: ¿qué tiene que ver esto? ¡Pero tiene que ver!
Es fácil distraerse. Demasiado.
Quizá el otro día sólo querías revisar Instagram un momentito, acabaste en Youtube viendo vídeos de gatitos durante dos horas y luego entregaste todo lo que tenías que entregar cuando ya era tarde.
Igual de fácil que es distraerse, es entender por qué: Somos la generación más conectada hasta ahora. Tenemos conexión a Internet 24/7 y eso significa que también sufrimos distracciones constantes que nos impiden hacer nuestro trabajo como deberíamos.
¿Lo bueno? Tiene solución.
Empieza el día realizando una lista de prioridades y ocúpate de llevarlas a cabo por orden de importancia.
Si te resulta difícil concentrarte, puedes descargarte la extensión de Google Chrome llamada Pomodoro (te obliga a trabajar durante 20 minutos cancelándote todas las pestañas que sean de entretenimiento, y te permite diez minutos de descanso cuando has superado los veinte de trabajo).
¿Por qué decimos todo esto? Es fácil. Resulta que cuando estás perdiendo tiempo en Instagram o viendo vídeos en Youtube, no estás trabajando tu cerebro – estás entreteniéndolo. Si apagas el teléfono, no te distraes online y haces una lista de cosas que quieres hacer (¡no tiene por qué ser trabajo! También puede ser leer un libro), manejarás mejor tu tiempo y te volverás más ágil mentalmente. Lo que te permitirá consumir información de valor y desarrollar tu inteligencia.
2. Lee un poco todos los días
¿Leer te hace ser más inteligente? Sí.
No importa qué leas, leer hace que tu inteligencia aumente.
Cuando estás leyendo, estás reflexionando y también estás desarrollando tu pensamiento analítico. Puedes incluso hacer pequeñas pausas y dedicarte a pensar en lo que acabas de leer, o terminar el libro y obligarte a escribir una crítica.
Lee cualquier tipo de libro: los textos más difíciles te pondrán en una tensión saludable, los críticos te obligarán a pensar y la ficción aumentará tu inteligencia emocional.
Si no tienes ni idea de por dónde empezar, puedes escribir en Google «Los mejores libros del 2019» o «clásicos de la literatura», y empezar por ahí e ir probando qué te gusta y qué no. Si no te gusta, no hace falta que lo termines. Prueba con otro, así no te cansarás.
Otra cosa que queríamos comentar es que para leer necesitas concentrarte: entender cualquier texto exige atención. Las redes sociales crean adicción y dan tantos inputs que al final acaban consiguiendo que sea imposible focalizar tu cerebro en un asunto en concreto (¿no has intentado leer un libro últimamente y te has dado cuenta de que no te concentrabas? Eureka, eso es).
Te volvemos a recomendar hacer la técnica Pomodoro (forzarte a estar concentrado en algo durante 20 minutos e ir haciendo pausas) y tratar poco a poco que mejore tu concentración.
3. Escribe en una libreta qué has aprendido y revísalo repetidamente
¿Alguna vez has estudiado rápidamente para un examen y has tenido la sensación de que vomitabas la información y luego la olvidabas? Imagina si a la semana siguiente hubieses tenido el mismo examen, y a la próxima también, ¿crees que se te habría olvidado después de repasar varias veces lo aprendido?
Cuando adquieras nuevo conocimiento, revísalo.
No puedes aprender algo si no lo recuerdas.
La memoria funciona a través de la repetición. Cuando repites algo, vuelves a poner en movimiento las ruedas de la memoria y ayudas a retener lo que acabas de aprender.
Tendemos a olvidar todo aquello que no nos repetimos varias veces: anticípate a lo inevitable y planea volver a recordar todo lo que no quieres olvidar. El aprendizaje repetitivo aumenta la retención del conocimiento.
4. Estudia otro idioma
Sí, sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo, pero hablar otro idioma genera un cerebro multicultural y aumenta tus capacidades para socializar.
El caso es que lo importante no es hablar fluidamente el idioma que te propongas aprender, aquí lo atractivo es la adquisición del lenguaje, que pone a tu cerebro en una especie de entrenamiento completo porque cuando lees, escuchas y conversas en un idioma, tus sentidos se aceleran y tienes un tipo de explosión multisensorial que sería muy difícil de explicar y que, honestamente, nosotros tampoco entendemos del todo bien los procesos complejos de la ciencia, pero la conclusión básicamente es que desarrolla tu inteligencia.
5. Haz ejercicio regularmente
Sabemos lo que estás pensando: los hombres de mi gimnasio que levantan pesas mirándose al espejo y amándose, no se parecen mucho a Einstein.
Pues algo de razón tienes, no te vamos a decir que no.
¿Pero recuerdas aquel dicho romano que decía “mente sana en cuerpo sano”?
Pues así es, incluir 30 minutos de ejercicio cardiovascular en tu rutina diaria mejorará tu claridad mental e inteligencia. Vamos, que el ejercicio estimula también múltiples áreas del cerebro (y, sino, ¡prueba a ejercitar escuchando algún podcast!).
Estos cinco hábitos, hechos de manera recurrente, te permitirán desarrollar y entrenar tu inteligencia para ser más inteligente. Otras actividades que podrías hacer, si estas no llaman tu atención, sería aprender a tocar un nuevo instrumento musical, comer saludablemente y meditar. Prueba diferentes actividades y encuentra la que mejor se adapte a ti. ¡y nunca pierdas la curiosidad que te ha hecho llegar a este post! 🙂