¿Alguna vez has escuchado a Steve Jobs en una de sus famosas conferencias? Si es así, seguramente ya tendrás una idea general de lo que es ser un buen líder. Y es que las habilidades directivas que tiene el mejor jefe del mundo empiezan por el carisma pero, ¿Eso es lo único que ha hecho triunfar a este y a otros grandes jefes de la era del emprendimiento? Hay mucho más. ¡Muchísimo! Tanto que te hemos preparado algunos pasos para que empieces a desarrollar las habilidades directivas convenientes para hacer de tu equipo de trabajo, el equipo vencedor. ¿O la mejor opinas que ya tienes todo para ser el jefe ideal? Haz esté test de habilidades directivas y sabrás si realmente es así.
5 pasos para ser un genio en habilidades directivas
“No hay malos empleados, hay jefes incompetentes”. Aunque esta afirmación pueda resultar gratuita en un primer momento, la capacidad de dirección se demuestra en la selección, formación y gestión de los equipos de trabajo. En un pasado, se diferenciaba el ámbito de recursos humanos de la capacidad directiva. A día de hoy, la motivación y el trabajo en equipo – incluyendo al jefe – son mandamientos dentro del coach directivo.
1.Conócete a ti mismo
No existe un solo emprendedor que haya prosperado sin conocerse a sí mismo y a su entorno. Empecemos por el principio; descubrir tus fortalezas y debilidades te ayudará a saber más a cerca de cuáles son tus habilidades directivas y qué es lo que te queda por aprender. O como diría el neurólogo y fundador de la logoterapia, Viktor Frankl: “no podemos cambiar a nadie. Solo podemos cambiarnos a nosotros mismos”.
Para ello, el análisis DAFO de medición de debilidades y fortalezas es quizás el mejor de entre todos los recursos existentes para la valoración directiva y del global del equipo de trabajo. Conoce mejor a cada miembro de tu equipo, descubre sus aptitudes y los puntos a mejorar. Todo ello es imprescindible para que la empresa al completo llegue a ser un éxito.
2.Confia en tus capacidades
Según Dwigth D. Eisenhower; “liderazgo es el arte de hacer que alguien haga algo que tú quieres porque la persona quiere hacerlo”. El entusiasmo es contagioso y el mejor jefe del mundo debe ser el catalizador de ese cambio. Si las personas que están a tu cargo conocen tu visión, te habrás convertido en un maestro en habilidades directivas.
La implicación de tu equipo de trabajo depende enteramente de ti. Si bien es cierto que aquí suelen incluirse habilidades directivas muy difíciles – aunque no imposibles – de desarrollar como es el caso del carisma, también requiere de permitir que tu equipo desarrolle su independencia, libertad de actuación y proactividad. ¿Cómo? Consigue que tus sueños, sean también los suyos aprendiendo a valorar a tus activos en la medida en la que lo merecen.
3.Inspira
Jack Welch, director de la General Electric Company, en uno de sus periodos más prósperos, dijo que el secreto para ser un buen líder eran “inspirar a otros a soñar más, a aprender más, a hacer más y a ser mejores”. Aplicado a las habilidades directivas esto se traduce en una necesidad imperiosa de ofrecer a tu equipo mucho más que un empleo; un sueño.
Si has llegado hasta aquí, habrás advertido la importancia que tiene en un jefe la motivación. ¡Así es! Un equipo motivado, que se siente parte de la empresa y sabe que no estará en ningún lugar como en ella es la base de todo negocio exitoso. Asimismo, un jefe debe tener habilidades directivas que proporcionen la seguridad al resto del equipo mediante la solución de conflictos y un carácter resolutivo.
4.Crea emprendedores, no empleados
La habilidad de dirección de equipos que rara vez se tiene en cuenta cuando se gestionan grupos de personas es la proactividad de quienes están bajo tu responsabilidad. Nos suscribimos a la cita de David Fischman para que todo directivo que quiera ser un buen jefe entienda que “el buen líder motiva a las personas de su entorno laboral. El extraordinario líder, más bien, crea un entorno donde las personas se motivan a sí mismas”.
El buen emprendedor es quién sabe contagiar a su equipo pero también es el que no duda en compartir su conocimiento para que otros consigan lo que él ha conseguido. El miedo es el mayor enemigo de las habilidades directivas ya que, en vez de seleccionar a un equipo de trabajo inteligente, se trata de encontrar a un equipo que nunca cuestione las órdenes, que no participe, ni emprenda. Esto en lo práctica es sinónimo de fracaso empresarial.
5.Rodéate de un equipo mejor que tú mismo
Esto puede parecer contradictorio pero si quieres crecer con tu empresa, deberás unirte a personas que sepas que son mejores que tú. Los profesionales de verdad aceptarán tu empleo porque les interesa pero sabrás que, en algún momento, volarán solos. Eso es bueno para ti, aunque no lo creas. Y es que contar con futuros empresarios amplía tu red de contactos y, si su experiencia ha sido positiva contigo, no solo aprenderán de ti sino que también te recordarán en sus futuras colaboraciones.
La conclusión que puedes sacar de todas estas recomendaciones es clara; no basta con mandar. Un buen jefe es el primero que conoce su empresa, quién mejor la conoce. No solo eso. También es quién se pondrá a trabajar primero. Un jefe no tiene que permanecer inmóvil mientras los demás arriman el hombro sino que tiene que ser el que se encargue de animar al equipo, trabajar codo con codo y enseñar lo que sepa. Las habilidades directivas son válidas siempre y cuando el jefe esté dispuesto a crecer con su equipo, a aprender de ellos en la medida en la que enseña. Solo así es posible llegar a ser el mejor jefe del mundo.
¡No lo olvides! Las habilidades directivas que te llevarán a ser el mejor jefe del mundo son aquellas que te convierten en guía y compañero del camino emprendedor, no las que te separan de tu equipo. Eres una pieza clave en el engranaje, el creador de sueños propios y ajenos. ¡Conócete a ti mismo, confía, inspira, crea entusiasmo!
Esperamos haberte dado mucha inspiración para seguir mejorando como jefes. También te podrías inspirar en los primeros trabajos (¡muy poco esperados!) de algunos de los jefes más famosos del mundo. Cómo ser un buen líder ya no es un misterio.
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